Cuenta la historia que una vez el señor Visnu estaba sentado en Adisesa, el señor de las serpientes y su asiento, viendo la danza maravillosa del señor Siva. Visnu estaba tan absorto con la danza que su cuerpo empezó a vibrar al ritmo de ésta. La vibración lo hizo cada vez más pesado hasta el punto que Adisesa estaba tan incómodo que casi se queda sin aire y colapsa.
Cuando la danza llegó a su fin, Visnu recuperó su ligereza nuevamente. Adisesa quedó estupefacto con este hecho y le preguntó a su maestro la causa de estos cambios tan impresionantes. El señor Visnu le explicó que la gracia y belleza, la majestuosidad y grandeza de la danza de Siva había creado vibraciones en su propio cuerpo, haciéndolo cada vez más pesado.
Maravillado con lo que escuchó, Adisesa expresó el deseo de aprender a bailar para exaltar a su maestro, a su amo. Visnu se quedó pensativo y luego de un momento predijo que muy pronto Siva le otorgaría a Adisesa la gracia de poder escribir un comentario sobre la gramática y que luego iba a dedicarse a perfeccionar el arte de la danza. Adisesa sintió una alegría muy grande al escuchar estas palabras y esperó para recibir la gracia de Siva.
Empezó a meditar para poder encontrar a la que sería su madre en la tierra. Durante la meditación, tuvo una visión: Una yogini, de nombre Gonika quien oraba y pedía un buen hijo a quien pudiera impartirle sus conociemientos y sabiduría.
Adisesa se dio cuenta que Gonika sería una buena madre para él y esperó el momento auspicioso para convertirse en su hijo.
Gonika, sintiendo que su vida en la tierra estaba llegando a su fin, y sin haber encontrado al hijo idóneo que ella había estado buscando, decidió intentar un último recurso: Buscó al Dios Sol, el testigo de Dios en la tierra, y le pidió que cumpla su deseo. Tomó un poco de agua como ofrenda final, cerró sus ojos y meditó.
Cuando estaba a punto de ofrecer el agua, abrió sus ojos y miró sus manos; sorprendida vió una pequeá serpiente que se movía en las palmas de sus manos y que rápidamente adquirió forma humana. Este pequeño ser se postró ante Gonika y le pidió que lo aceptara como a su hijo. Ella lo aceptó y lo llamó Patanjali.
Pata significa caído y Anjali es una ofrenda, también significa "manos unidas en oración"... de la oración de Gonika con las manos unidas viene el nombre Patanjali, la encarnación de Adisesa, el asiento de Visnu.
Patañjali no sólo se convirtió en el autor de los Yoga Sutras, sino también de los tratados del Ayurveda y de la gramática. Realizó dicho trabajo bajo las órdenes de Siva. Primero escribió el Mahabhasa, su gran gramática para la claridad y pureza del lenguaje; luego siguió su libro sobre el Ayurveda, la ciencia de la vida y la salud. Su trabajo final dedicado al Yoga estuvo dirigido hacia la evolución mental y espiritual del hombre.
Pranamami Patañjalim,
Hari Om
Cuando la danza llegó a su fin, Visnu recuperó su ligereza nuevamente. Adisesa quedó estupefacto con este hecho y le preguntó a su maestro la causa de estos cambios tan impresionantes. El señor Visnu le explicó que la gracia y belleza, la majestuosidad y grandeza de la danza de Siva había creado vibraciones en su propio cuerpo, haciéndolo cada vez más pesado.
Maravillado con lo que escuchó, Adisesa expresó el deseo de aprender a bailar para exaltar a su maestro, a su amo. Visnu se quedó pensativo y luego de un momento predijo que muy pronto Siva le otorgaría a Adisesa la gracia de poder escribir un comentario sobre la gramática y que luego iba a dedicarse a perfeccionar el arte de la danza. Adisesa sintió una alegría muy grande al escuchar estas palabras y esperó para recibir la gracia de Siva.
Empezó a meditar para poder encontrar a la que sería su madre en la tierra. Durante la meditación, tuvo una visión: Una yogini, de nombre Gonika quien oraba y pedía un buen hijo a quien pudiera impartirle sus conociemientos y sabiduría.
Adisesa se dio cuenta que Gonika sería una buena madre para él y esperó el momento auspicioso para convertirse en su hijo.
Gonika, sintiendo que su vida en la tierra estaba llegando a su fin, y sin haber encontrado al hijo idóneo que ella había estado buscando, decidió intentar un último recurso: Buscó al Dios Sol, el testigo de Dios en la tierra, y le pidió que cumpla su deseo. Tomó un poco de agua como ofrenda final, cerró sus ojos y meditó.
Cuando estaba a punto de ofrecer el agua, abrió sus ojos y miró sus manos; sorprendida vió una pequeá serpiente que se movía en las palmas de sus manos y que rápidamente adquirió forma humana. Este pequeño ser se postró ante Gonika y le pidió que lo aceptara como a su hijo. Ella lo aceptó y lo llamó Patanjali.
Pata significa caído y Anjali es una ofrenda, también significa "manos unidas en oración"... de la oración de Gonika con las manos unidas viene el nombre Patanjali, la encarnación de Adisesa, el asiento de Visnu.
Patañjali no sólo se convirtió en el autor de los Yoga Sutras, sino también de los tratados del Ayurveda y de la gramática. Realizó dicho trabajo bajo las órdenes de Siva. Primero escribió el Mahabhasa, su gran gramática para la claridad y pureza del lenguaje; luego siguió su libro sobre el Ayurveda, la ciencia de la vida y la salud. Su trabajo final dedicado al Yoga estuvo dirigido hacia la evolución mental y espiritual del hombre.
Pranamami Patañjalim,
Hari Om
1 comentario:
Querida, el Patanjali que escribio los yoga sutras vivio en el siglo II antes de nuestra era y hay otro Patanjali con el que se suele confundir que vivio en Kashmir en el siglo III que era gramatico y medico, no 4es el mismo personaje.
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